NIÑOS FELICES: Envidiando el sistema educativo canadiense

Hace dos años tuve la enorme suerte de poder ir a trabajar a Canadá como Asesora Técnica del Ministerio en la Oficina de Educación de la Embajada de España. Mi primera intención era optar a la plaza de Irlanda pero como no pudo ser, cuando me ofrecieron irme a Canadá no lo dudé ni un segundo. Era un país al que me gustaría llevar a mis hijos a vivir. Es una experiencia maravillosa que recomiendo y especialmente, por su sistema educativo. Aún mis hijos me dicen que les gustaba más el cole canadiense y no es de extrañar.

Hay una serie de aspectos en los que, al visitar los centros de secundaria y universidad y en mi experiencia como madre de dos niños en primaria, yo envidiaba ese sistema y si fuera posible me los traería a nuestro sistema español:

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  • En Primaria los niños no tienen apenas deberes. Como mucho en los últimos cursos algun día de la semana traen algun proyecto que han empezado en clase y que tienen que terminar.
  • Entran a las 8.30 y salen a las 3.00. Los niños de primaria tienen dos descansos entre clases de 45 minutos cada uno durante la mañana que se divide en 20 minutos para comer un snack o almorzar y otros 20 minutos jugando fuera: Un descanso para comer un snack a las de 10:30 a 10:50 «Nutritional break» y de 10:55 a 11:15 salen al patio a jugar. En total 45 minutos de descanso «mental». A las 12:35 hay otro descanso para almorzar y de 12:55 a 1:20 salen al patio a jugar otra vez. Es normal que mis hijos estuvieran felices y estoy segura de que los niños atienden mucho mejor.
  • Recuerdo una frase de la tutora de uno de mis hijos en una reunión con los padres. NOs dijo que por encima de todo lo más importante no era que los niños supieran más o menos cosas, lo importante es que fueran felices y asociaran el aprender y descubrir nuevas cosas con una experiencia gratificante. Es la clave.
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  • Los niños eran muy autónomos para todo y encima todos tenían alguna tarea en el grupo y en los descansos donde se permanecían en clase venían alumnos de clases superiores a «vigilar,» y a ayudarles, charlar, leer con ellos mientras la profesora se iba de la clase. Eran por ejemplo los «Reading buddies» que se ponían simplemente a escuchar cómo leían los pequeños y a ayudarles.
  • SIEMPRE había un profesor de apoyo en la clase que solía ser un maestro en prácticas y especialmente se ocupaba de niños que tardaban más.
  • Había una media de 17-20 alumnos por clase y de orígenes dispares de todo el mundo, la mayoría eran immigrantes y una escasa minoría «canadienses» de mayor arraigo.
  • En el cole de mis hijos las clases se formaban con niños de dos cursos, es decir, en la clase de mi hijo Víctor estaban los de 1º y 2º de primaria juntos y en la de Martín los de 3º y 4º juntos. Esto no es una barbaridad pues se les exige acorde a su ritmo y la maestra tenia tareas separadas y comunes. Por ejemplo todos veían los anímales vertebrados pero a los mayores se les exigía exponerlo en clase, por ejemplo, o explicarles a los del nivel inferior, además de que tenían que investigar más sobre el tema en un proyecto de su nivel.
Dibujo

La «promesa» de los alumnos:

«Me prometo a mi mismo, el chico más genial del mundo, y por eso haré todo lo que pueda en cada momento. Si me equivoco aprenderé de ello, me perdonaré y seguiré. Soy un chico ordenado y un trabajador listo. Soy un encanto, soy capaz y estoy contento de ser yo mismo!»

  • NO TUVIMOS QUE COMPRAR NI UN SOLO LIBRO. La escuela tenía los libros que los nños usaban. Las familias sólo tenían que comprar un pack de cosas para el año a principio de curso: bolis, lápices, folios, carpetas, tijeras, pegamento, etc… Los niños solo traían a casa la agenda y como mucho algun cuaderno donde resumir los libros que leían.
  • NO había deberes pero solo pedían que se leyera todos los días en casa. Los pequeños hacían un resumen de lo que leían y lo sumaban a una lista de lecturas individual. Cuando completaban la lista tenían un premio que les daba la profesora. Los mayores escribían los «Reading response» donde simplemente anotaban lo que les había gustado más o menos, las sensaciones y recuerdos o pensamientos que el libro les había despertado, lo que habían imaginado, y les pedían que hicieran un dibujo para plasmar sus pensamientos o sensaciones con respecto al libro.
  • Utilizaban mucho la megafonía entre clases para anunciar cosas como quién cumplía años ese día, actividades en la biblioteca, noticias en general.
  • Había una biblioteca pública muy cerca, donde iban una vez cada dos semanas a coger libros y devolverlos junto a su maestra.
  • Merienda-almuerzo: Eran muy estrictos en cuanto a la nutrición y el cuidado del medio ambiente. Se animaba a no comer «porquerías» y estaba totalmente prohibido traer recipientes en tetrabricks y cosas así. LLevaban el agua, o zumo en botellas propias que se rellenaban en casa cada día. Los padres podían pagar el snack o el almuerzo y se los servían allí. El precio era igual que en España, pero no olvidemos que el coste de vida allí es mucho más alto, con lo cual chapó. Además tenían el día de la leche, por ejemplo y se servía un vasito de leche a cada niño que lo pedía.
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  • Tenían un plan antibullying maravilloso. Todos los niños interiorizaban lo que significaba el plan WITS, que era el protocolo a seguir si sufrías acoso: Walk away, ignore, Talk it out and Seek help: Aléjate, ignora, háblalo, busca ayuda. Era el protocolo para grado 1 a 3.  Para los mayores tenían el programa LEADS: Look and listen, Explore points of view, Act, Did it work? and Seek help: Mira y escucha, considera los puntos de vista, actúa, funcionó? y busca ayuda. Esto les proporcinaba estrategias seguras para reaccionar ante un acoso y a resolver conflictos. Los mayores se convertían a su vez en WITS leaders para ayudar a los más pequeños a aprender las estrategias de WITS.
  • Las maestras mandaban TODAS  las semanas el lunes un breve informe sobre lo que se iba a hacer esta semana y lo que habían logrado trabajar la semana anterior. Hacían recomendaciones sobre cómo ayudar a los niños a afianzar en la vida familiar.
  • Ausencias: Si tu hijo estaba malito llamabas a un número de teléfono por la mañana a las 8.30 y dejabas el mensaje en le contestador. Si no lo hacías a las 8:45-9:00 ya te estaban llamando para saber qué pasaba con el niño.
  • Había MUCHÍSIMOS voluntarios en la escuela. Pedían voluntarios para cualquier cosa con tal de implicar a los alumnos y padres en las actividades de l colegio y los padres efectivamente se volcaban en las actividades de tarde o de mañana.
  • También tenían actividades extraescolares por la tarde pero todas las asociaciones de vecinos tenían actividades extraescolares (no en academias) por lo que si ibas al Coomunity Center de tu barrio el niño podía igualmente hacer baloncesto y ajedrez o creación artística en el mismo sitio.
  • Siempre tenían transporte escolar para todo el que viviera a más de dos kilómetros del colegio. Aun así había muchas plazas y mis hijos que vivían a solo 10 minutos del cole usaron el bus escolar todo el año.

Algunas comunidades como Galicia tienen convenios con instituciones educativas en Canadá para que los profesores puedan hacer una inmersión lingüística en centros educativos canadienses. Es una experiencia magnífica y os recomiendo la lectura de una de las profesoras que lo ha vivido

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